De la Abundancia del Corazon

Martes, Noviembre 27, 2018

Construyendo personas de sustancia para obras de poder

En 1983, cuando estaba a punto de salir de la escuela Bíblica, El Espíritu Santo me hablo por medio de hablar en lenguas e interpretación, me dijo, “una vida vivida egoístamente, es una vida desperdiciada, la única razón para el hombre de vivir es traer a otros al plan de salvación de Jesucristo y ensenarles al mismo tiempo a hacer lo mismo. Por esta razón has sido llamado, no lo olvides.” Me gusta pensar que soy fiel a ese llamado, al hacerlo, he dedicado mucho aprendizaje y esfuerzo al trabajo de hacer discípulos, algunas cosas me han sido reveladas a lo largo de los años:

· El discipulado requiere compromiso. Jesús dijo que les Bautizáramos antes de ensenarles (Mateo 28:19) el llamado de seguir a Jesús es muy serio, es un llamado a dejar la vida que conocemos y tomar un camino totalmente diferente, un camino que bien pudiera ser marcado con privaciones y persecuciones, el bautismo es una declaración radical: ¡yo morí con Cristo!

· No puedes discipular a alguien que no esté interesado, y tampoco puedes parar a alguien que si lo este. Puedo hablar, rogar, y engatusar, pero se necesita un trabajo sobrenatural en el corazón del creyente para que acepten pagar el precio. Puedo orar por ellos, instruirlos y amarlos, pero no los puedo cambiar.

· Discipulado requiere que llevemos una vida radicalmente diferente. Jesús dijo, “ensena a estos nuevos discípulos a obedecer los mandamientos que os he dado.” (Mateo 28:20) Él lo hizo muy simple, les dijo que le imitaran en estas dos cosas:

o Amaos los unos a los otros así como yo les ame primero Juan 13:34-35

o Ir al mundo así como yo fui al mundo Juan 20:21

Nuestra responsabilidad es muy simple, hacer discípulos, lo primero que tenemos que demandar es compromiso. Los comprometidos debemos ensenar a amar a Jesús y predicar al mundo así como Él lo hizo. Eso nos debe mantener ocupados hasta el día que El venga, y El prometió estar con nosotros en el trayecto.

Alguien dijo: “reducimos el discipulado a un programa enlatado, y muchos en las Iglesias terminan marginados con una mentalidad de espectador que solo delega el hacer discípulos a pastores y profesionales, ministros y misioneros.” Francis Chan

Escrituras Bíblicas: un discípulo no debiera estar arriba de su maestro, pero todos los que fueron perfectamente entrenados, deberían ser como sus maestros. (Lucas 6:40 NVRJ)

Estas palabras de Jesús me ensenan que la meta de mi discipulado es llegar a ser como El, mi objetivo de hacer discípulos es que habrá muchos más como El: que se amen los unos a los otros, y ser sobrenaturalmente capacitado y apasionado para alcanzar al perdido. Cualquier meta menos que eso, no vale la pena en la cruz.

Pastor Virgil L. Stokes
3141 W. Ironwood Hill Dr.
Tucson, AZ 85745
www.fcftucson.org
Office: 520-792-3238

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