Construyendo personas de sustancia para obras de poder
Ok, lo admito, soy un aficionado a los programas de policías, en especial me encanta una buena serie, los Británicos son expertos en esta área, y actualmente uno de mis favoritos es uno Británico llamado “esfuerzo.” Disfruto mucho los personajes, la historia, y los años sesenta. Sin embargo, no espero obtener un profundo conocimiento espiritual o filosófico. Eso pensaba hasta el último capítulo de la serie. A medida que la historia llegaba a su fin con un confortamiento entre policías corruptos y buenos, vemos al superintendente Bright sentado pensativamente frente a la cama de su esposa enferma, él es un oficial muy recto y ya mayor. Burocracia, posición, y tradición son una zona de comodidad para El. El retiro no se mira muy lejano, al contemplar cómo responder a lo que está por suceder, dice esto, “siempre he tenido que escoger entre un momento de valentía o una vida de arrepentimiento.”
Esa declaración ha estado conmigo desde que la oí. No pude evitar pensar en todos los pequeños momentos de decisiones en la vida que tienen grandes ramificaciones más adelante.
- Un momento de valentía para una persona joven es decir “¡NO!” ante la presión de seguir adelante y estar bien.
- Un momento de valentía para el adicto que busca ayuda en lugar de aceptar con resignación a presión del mal hábito.
- Un momento de valentía para dejar la seguridad que te da la familia y seguir el llamado.
- Un momento de valentía para aceptar el fracaso y recibir corrección.
- Un momento de valentía para hacer lo correcto cuando el compromiso o (¿cobardía?) se mira más fácil.
Alguien dijo: “nunca hagas nada en este mundo sin valentía. Es la mayor cualidad de la mente seguida por el honor.” Aristóteles
Escrituras Bíblicas: todos quedaron aterrados al verlo, pero Jesús les hablo de inmediato: “no tengan miedo, dijo, ¡sean valientes!” ¡Yo estoy aquí! (Marcos 6:50 NTV)
Aquí está el punto: ciertamente, todos nos equivocamos, no respondes al llamado, dejas caer la pelota o como le quieras llamar. Ciertamente, la sangre de Cristo nos limpia, no nos guarda ningún rencor, pero hay consecuencias por tomar el camino más fácil: oportunidades perdidas, relaciones dañadas, y similares. Pero en este punto, el énfasis no está en los resultados tangibles. Lo que hace que la timidez en el momento de tomar decisiones sea tan destructiva es el daño que causa al alma. El arrepentimiento es corrosivo para la autoestima, aprovechar la oportunidad requiere valentía. La tienes en ti, no te arrepentirás.
Pastor Virgil Stokes