Ayuda para sanar 24: El poder del acuerdo

Construyendo personas de sustancia para obras de poder

Cantemos en Armonía,

“De cierto os digo, que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo, y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo”. “otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquier cosa que pudieren, les será echo por mi Padre que está en los cielos. Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos’.

Mateo 18:18-20 NTRV

Queridos hermanos y hermanas, les pido encarecidamente en el nombre de Nuestro Señor Jesucristo que se unan a mi lucha orando a Dios por mí. Háganlo por el amor que me tienen. Ese amor que el Espíritu Santo les ha dado.

Romanos 15:30 NTV

Cuando por vez primera me tambalee en el movimiento de la fe, yo era muy inexperto en las cosas de Dios. Mis años de adicción e auto-indulgencia, me habían preparado muy mal para la vida de la Iglesia. En ese primer año, oí muchas enseñanzas acerca de la “oración de acuerdo”. Quitando Mateo 18:19 de su entorno, la enseñanza se entendería como que si podía encontrar a alguien que “estuviera de acuerdo” conmigo, entonces Dios estaba obligado a hacer lo que sea que le hallamos pedido. Estar de acuerdo se define en creer exactamente la misma cosa, pararse en el mismo verso, incluso confesar la misma palabra después de haber orado. Los dos tenemos que “permanecer en fe” para ver la victoria.

Ahora, sé que voy a incomodar a alguien con esto pero síganme en esto. El resultado de estas enseñanzas a menudo me decepcionaba. Un gran beneficio era que siempre tenía ¡un chivo expiatorio! Si te pedía estar de acuerdo conmigo en orar por algo, y si ese algo no sucedía, te ¡podía culpar a ti! Obviamente tú fuiste el que no estuviste de acuerdo. Tal vez tu fe fue muy débil, no se comparaba a mi grandiosa fe. O tal vez confesaste mal, declarando en voz alta algo por lo que no estabas creyendo que ibas a recibir una respuesta. Mi oración no fue contestada pero al menos ¡yo no tuve la culpa!

Entre más lo pienso, me hace menos sentido. Si tengo fe para recibir una respuesta, ¿Por qué necesito que estés de acuerdo conmigo? Nadie podía darme una explicación razonable. Marcos 11:24 me indica que puedo usar mi fe para recibir mi petición. Si no tengo fe para recibir mi sanidad, ¡tampoco quiero a alguien que dude se ponga de acuerdo conmigo! Necesito encontrar a alguien que me ayude con mi fe, o que ore por mí usando su propia fe más grande para levantarme más alto. Aquí está la adivinanza: si tengo fe para recibir por mi cuenta, lo único que vas a hacer es obstaculizarme. Si no tengo fe para recibir, entonces necesito a alguien que tenga más fe para orar por mí y para mí. ¡Por favor, no te pongas de acuerdo con mi incredulidad!

A medida que pasaba el tiempo, comencé a ver algunas prácticas discutibles basadas en el modelo de “oración de acuerdo”. Me ensenaron a examinar cuidadosamente a alguien antes de permitir que orara por mi acerca de cualquier cosa o circunstancia. Si decía que estaba “de acuerdo” conmigo, pero no creía lo que yo creía, entonces su incredulidad sería un obstáculo en mi oración. Si fallaban al confesar lo mismo que yo ¡Dios no contestaría! Al querer revisar este tema en el Nuevo Testamento, no pude encontrar en ningún lugar que me indicara semejante práctica. De hecho, Pablo pidió repetidamente a las iglesias, jóvenes, viejos, judíos y gentiles que oraran por él. Pareciera que pensaba que eso era algo bueno. Seguramente, nunca pensó que todos los que escucharon estas peticiones públicamente, tendrían la misma fe y el mismo conocimiento. (Efesios 6:18-19; Romanos 15:30; 2 Corintios 1:11; Filipenses 1:19; Colosenses 4:3; 1 Tesalonicenses 3:1; Filemón 1:22; Hebreos 13:18)

Otra enseñanza interesante se refería al culto público. Como Ustedes saben, en nuestras Iglesias carismáticas cantamos en coro muchas escrituras de la Biblia, y dejamos que personas canten en otras lenguas. (1 Corintios 14:14-15). Un maravilloso hombre de Dios afirmó que cuando adoramos juntos como Iglesia, todos deberíamos de alabar en lenguas o en español, pero nunca mezclar los dos. Si alguien alaba en español cuando yo estoy alabando en lenguas, allí no hay un acuerdo y Dios no se va a manifestar. Creo en el estar de acuerdo, pero eso simplemente no es cierto. Pablo anima toda gama de alabanzas cuando nos reunimos: Salmos, Himnos, y alabanzas espirituales. Un corazón agradecido es la clave, no un canto grupal formulado. (Efesios 5:18-20; Colosenses 3:16)

Aunque la mayoría de personas que ensenaban estas cosas eran decentes, que amaban a Jesús, estaban equivocados. Hay poder en el acuerdo, y ciertamente hay debilidad en la división, pero la idea de que Dios hará algo simplemente porque nos juntamos dos y aplicamos la formula, es muy absurdo. Cuando alguien dice: “¿Estarás de acuerdo conmigo?”, No les doy un sermón sobre la cuestión del acuerdo. Muchas personas que dicen: “ponte de acuerdo conmigo” están usando una especie de código carismático para decir que tienen algún problema que se avecina en sus vidas. No quieren ser culpables de incredulidad, por lo que dicen: “¿Puedo hacer que estés de acuerdo conmigo para un buen informe?” Quieren decir, “tengo unos síntomas extraños, y tengo unos estudios mañana y tengo miedo que vayan a salir mal.” Nuestro trabajo es apoyarlos, no sermonearlos.

Si alguien me pide que me ponga de acuerdo con ellos, y siento que verdaderamente están preocupados y quieren ayuda, trato de recordar algunas cosas:

  • Tal vez se estén cuestionando su propia fe. Si ellos ya oraron y creyeron, entonces no necesitan mi acuerdo. Si no, entonces necesitan que ore por ellos, o al menos apoyarlos en su fe. (1 Tesalonicenses 5:11)
  • Nunca asumas que tú sabes por lo que ellos están orando. Muchas personas no están listas para orar y ser sanado instantáneamente. Tal vez quieran pedir por buenos resultados en su cirugía o el curso de su tratamiento. Pregunte bien cuál sería su petición antes de pedir algo más allá de su alcance o deseo. (Santiago 1:19)
  • Pregúnteles si tienen una Escritura en la que están creyendo. Si no, no puedo estar seguro de estar de acuerdo. Si es así, entonces puedo orar con ellos mientras su fe es liberada de acuerdo con la voluntad de Dios. Ya sea que mi “acuerdo” ayude o no, no lo sé. Lo que si se es que si los ayudo a orar de acuerdo a la voluntad de Dios como lo revela su palabra, entonces esa voluntad definitivamente los ayudara (Juan 6:63)
  • Si acaso no tienen una escritura Bíblica pero parecen sinceros, los motivo un poquito con Marcos 11:24 y Romanos 10:17. Encuentra una escritura que te muestre la petición que estas necesitando. Medítala hasta que tu fe florezca en tu corazón. Entonces vuelve y oraremos juntos en una misma fe.
  • Después de orar, yo continúo orando por ellos hasta que ese tema se resuelva. Le doy gracias a Dios por haber escuchado nuestra petición. (1 Juan 5:14-15), y oro para que la persona tenga un espíritu de sabiduría y revelación acerca de lo que Dios a hecho. (Efesios 1:15-23).

Entiendo que para algunos de ustedes, esto es difícil de digerir. Recibo solicitudes para “estar de acuerdo” todo el tiempo. Se ha convertido en una “palabra clave” en nuestro movimiento. Todos tenemos un deseo innato de tener a alguien más a nuestro lado cuando tenemos una necesidad. Eso es normal, y Dios nos anima a eso. Entonces ¿Qué dice la palabra acerca de eso? Definitivamente hay poder en la oración unida y llena de fe. Tampoco hay ninguna duda de que estar en un ambiente desgarrada por la lucha y la discordia, eso es un obstáculo para que la fe se manifieste. (Santiago 3:16).

En Mateo 18:19, donde tenemos “de acuerdo,” el idioma Griego usó la palabra “sumphōnéō.” Probablemente mires una similitud con la palabra “sinfonía.” Los eruditos griegos nos enseñan que significaba estar de acuerdo, como un acuerdo de negocio o un tratado. Siempre significa ser armonioso. Imagínense una orquesta tocando una misma melodía, Muchos instrumentos diferentes tocan notas diferentes, pero no hay discordia, hay armonía. Esta es armonía; Todos tocando su parte en una misma canción, llevando un concierto de acuerdo a un plan. Hay un Director que los supervisa a todos, manteniéndolos juntos mientras lo siguen.

La Biblia amplificada hace mención a esta idea:

Una vez más les digo, si dos de ustedes en la tierra están de acuerdo (armonizan juntos, hacen una sinfonía juntos) sobre cualquier cosa y todo lo que puedan pedir, sucederá y será hecho para ellos por Mi Padre celestial. (Mateo 18:19 Amp. Traducido de ingles)

Estamos de acuerdo si los dos estamos a favor de lo que se propone. Estamos de acuerdo si estamos juntos, no en división, expresando nuestra esperanza acerca de la voluntad de Dios en este asunto. Estamos de acuerdo si estamos en armonía, ejercitando nuestra fe en la misma dirección, aunque ambos no estemos en el mismo nivel de fe. Con estas ideas en mente, lee el siguiente versículo:

Porque donde dos o tres se reúnen en mi nombre allí estoy yo en medio de ellos.

Mateo 18:20

Noten que el verso empieza con “porque.” Jesús les está diciendo que debido a que Su presencia está en medio de ellos, verán la respuesta a su oración. Este tipo de acuerdo, esa reunión armoniosa de aquellos que le siguen, en unidad para servirle, para representarle, y para alabarle, atrae su participación personal en el proceso. Tenemos un propósito y un conductor. Todos estamos tocando con la misma partitura. En esa atmosfera la Iglesia ejercita una clase de autoridad que ningún mal puede resistir. La sinfonía de luz expulsa la obscuridad. ¡Podemos experimentar el poder de sanidad en su presencia!

Siguiente paso: El poder de la comunidad Cristiana es inmensa. Este es un buen momento para reprogramar su pensamiento sobre actitudes y acciones que promuevan el estar de acuerdo y evitar el estar en división. Antes de nuestra próxima lección,

  • Repasa la lista anterior que habla sobre el ponerse de acuerdo con los demás. ¿Qué puedes aplicar para ti mismo?
  • Repasa las escrituras de esta lección. Para cada uno, el identificar cada cosa te ensena como la fe trabaja en tu vida.
  • Lee Mateo capítulo 18 varias veces. Has una lista de los temas que Jesús les ensenaba a sus Discípulos. ¿Cómo encaja el pasaje central de los versículos 18-20 en lo que Jesús estaba diciendo en esta enseñanza?

Recuerda: Dios quiere que usted sea sanado. Y Yo también. Hasta la próxima,

Pastor Virgil

3141 W. Ironwood Hill Dr.

Tucson, AZ 85741

www.fcftucson.org

Visítanos en Facebook.

Leave a Reply

Fill in your details below or click an icon to log in:

WordPress.com Logo

You are commenting using your WordPress.com account. Log Out /  Change )

Twitter picture

You are commenting using your Twitter account. Log Out /  Change )

Facebook photo

You are commenting using your Facebook account. Log Out /  Change )

Connecting to %s