Barandillas de guía: Discernir la voz de Dios en un mundo ruidoso

Si somos honestos en nuestro deseo de agradar a Dios, no a nosotros mismos, nuestro primer paso es revisar nuestro propio corazón. Al fin y al cabo, todos somos humanos. La mayor parte de nuestro pensamiento gira en torno a nosotros. Todos tenemos nuestras propias experiencias, necesidades y deseos. Naturalmente, interpretamos las cosas a través de esas lentes. Por eso, tal vez sea necesario revisar nuestro corazón.