La Iglesia es cosa de “nosotros.”
Por años, he oído diferentes opiniones acerca de este tema, “yo tengo una relación con Dios, es privada y personal, no necesito asistir a una Iglesia”. Asumiendo que estos individuos sean creyentes de nuestro Señor Jesucristo, que han nacido en el Espíritu (Juan 3:6), entonces las dos primeras declaraciones son verdad hasta cierto punto, la tercera declaración, sin embargo, es evidentemente falsa, una mentira de satanás. Tú necesitas ir a la Iglesia, queriendo decir, tienes que ir a la Iglesia si quieres cumplir el plan de Dios para tu vida aquí en la tierra, y así disfrutar de las recompensas que tiene el Señor para nosotros en el cielo. Dios nunca tuvo la intención de que vivamos nuestra fe sin propósito. La Iglesia local es el invernáculo para ganar almas para Cristo, Pedro lo dijo muy claro: “pero tú eres una generación elegida, un real sacerdocio, una nación santa, su pueblo escogido, para anunciar las virtudes de aquel que nos llamó de tinieblas a luz, admirable (1 Pedro 2:9 NVRJ)” nota esto, somos un sacerdocio, no un sacerdote, somos una nación, una generación, no somos individuales, somos un pueblo escogido, no una persona escogida. ¡Sin ti, yo no soy especial!
Dios quiere demostrar su poder sobrenatural en la Iglesia, mediante la Iglesia. En nuestra búsqueda por buscar el poder sobrenatural de Dios en este mundo caído, ser parte del cuerpo de Cristo es esencial, en efecto, necesitamos ser parte de un cuerpo que sea más que un predicador motivacional una vez por semana, o un buen concierto, o un grupo de acción política. El nuevo testamento es muy claro. Necesitas:
1. Una familia espiritual que ore por ti. Creo que la razón número uno por la que no vemos más de la plenitud de la sanidad y la entrega del poder de Dios, es que con demasiada frecuencia estamos solos en la batalla. Colosenses 4:12 Epafras, que es uno de vosotros, siervo de Jesucristo, os envía saludos, siempre esforzándose intensamente a favor vuestro en sus oraciones, para que estéis firmes, perfectos y completamente seguros en toda la voluntad de Dios.
2. Un equipo de personas espirituales para cuando se viaja. Para alentar y aconsejar: Hebreos 10:24-25 NVI, preocupándonos los unos por los otros, al fin de estimularnos al amor y a las buenas obras. (25) no dejemos de congregarnos como muchos tienen por costumbre, sino amémonos unos a otros y con mayor razón ahora que vemos que el día se acerca.
3. Un cuerpo espiritualmente conectado. Que funcione en comunión para recibir poder sobrenatural para luchar contra la humanidad quebrantada. (1 Corintios 12:11-12 NVI) todo esto lo hace un mismo y único Espíritu, quien reparte a cada uno según Él lo determina (12) de hecho, aunque el cuerpo es uno solo, tiene muchos miembros, no obstante ser muchos, forman un solo cuerpo, así sucede en Cristo.
4. Un cuerpo de consejeros Espirituales. Para entrenarte y coordinar tus dones: Efesios 4:11-12 NVI ahora bien Cristo dio los siguientes dones a la Iglesia: los apóstoles, los profetas, los evangelista, y los pastores y maestros. (12) ellos tienen la responsabilidad de preparar al pueblo de Dios para que lleve a cabo la obra de Dios y edifique la Iglesia, es decir, el cuerpo de Cristo.
Alguien dijo. Talento gana juegos, pero el trabajo en equipo y la inteligencia, gana campeonatos. Michael Jordán
Escrituras Biblicas. Y de hacer entender a todos la realización del plan de Dios, el misterio que desde los tiempos eternos se mantuvo oculto en Dios, creador de todas las cosas, el fin de todo esto es que la sabiduría de Dios, en toda su diversidad, se dé a conocer ahora, por medio de la Iglesia, a los poderes y autoridades en las regiones celestiales. (Efesios 3:9-10 NVI)
La vida cristiana no es una cosa de “yo” es una cosa de “nosotros”. ¿Has oído hablar del jinete sin cabeza de la famosa bella durmiente? Creo que reducimos el cuerpo de Cristo al estado de un cuerpo sin cabeza. Cuando fallamos en el fluir del Espíritu Santo que fue para lo que fuimos diseñados, privamos a nuestro Señor Jesús de su habilidad para impactar al mundo. Nosotros somos su cuerpo en esta tierra, nosotros somos lo único que Él tiene.