Ayuda para sanar 20: ¡Sigue tu conciencia!

Escucha tu espíritu.

La luz del Señor penetra al espíritu humano, y pone al descubierto cada intención oculta.

Proverbios 20: 27 NTRV

Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, estos son hijos de Dios. Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos”! Abba, Padre! “El espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.

Romanos 8:14-16 NTRV

“Dios está presente en el Espíritu, que gime sin palabras en nuestro nombre y que habla en voz baja a todas las conciencias sintonizadas con El.”

Philip Yancey

Cuando oramos por sanidad, cree que lo recibiste cuando oraste, la Biblia nos indica que debemos de actuar como si creyéramos. La pregunta es, “¿Cómo son los actos de Fe en esta situación?” hemos visto tres principios simples para decidir qué acciones de Fe tomar:

  • Haz lo que la palabra te dice que hagas
  • Haz lo que harías por amor
  • Haz lo que el Espíritu Santo te diga que hagas

La piedra de tropiezo para muchos de nosotros, es saber lo que nos dice el Espíritu Santo. No siempre es fácil. Él nos habla de muchas maneras, pero su voz a menudo, parece desvanecerse, especialmente cuando nuestras emociones y circunstancias nos están gritando. Claramente, y sin embargo, Dios nos diseñó para ser guiados por su Espíritu. Si somos hijos de Dios, entonces, ¿Cómo somos guisados por su Espíritu? Comencemos con algunos conceptos básicos que todos debemos de saber y recordar.

Primero, eres tripartito, tienes un cuerpo, si estas necesitando sanidad, lo más probable es que estés muy consciente de que vives en un cuerpo, tienes una parte de ti a la que a menudo se hace referencia, tu alma, eso incluye tu mente, tus emociones y tu voluntad. Pero la gran realidad es que eres un Espíritu. Nota lo que Pablo dice:

“y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo. ”

1 Tesalonicenses 5:23 NTV

La parte tuya que fue nacida de nuevo es tu espíritu humano. Jesús dijo, “todo lo que es nacido de carne, es carne, y el que ha nacido del espíritu, espíritu es (Juan 3:6 NTRV).” Tú fuiste nacido del espíritu; por lo tanto eres espíritu. Al comparar la función de nuestros Padres terrenales con la de nuestro Padre Celestial, Hebreos nos dice: “ya que respetamos a nuestros Padres terrenales que nos disciplinan, ¿no deberíamos someternos aún más a la disciplina del Padre de nuestro espíritu y así vivir para siempre? (Hebreos 12:9 NTV)”Dios es el Padre de nuestro espíritu. Aquí esta una manera muy sencilla de pensar en ello:

  • El cuerpo es el asiento de los sentidos físicos: el tacto, el gusto, la vista, el olfato, el oído, a través de estos métodos, tenemos contacto con el mundo físico, y así recibimos información del mismo.
  • El espíritu del ser humano es cuando tenemos contacto con El Señor y su reino espiritual.
  • El alma del ser humano, se compone de lo que procesa su pensamiento, las emociones, y su voluntad. En el alma, recibimos información de nuestro espíritu y de nuestros sentidos. Procesamos esa información a través de nuestros pensamientos y emociones. Esto nos conduce a tomar decisiones y acciones.

El “secreto” verdadero hacia la victoria en nuestra vida de Fe, es aprender a ser guiados por el Espíritu de Dios, para así tomar conciencia y responder a la “voz” de nuestro espíritu humano. Aquí es cuando el Espíritu de Dios imparte dirección. Uso el término “voz” deliberadamente, ya que la dirección del Espíritu rara vez implica que tengamos que escuchar una voz. Un sentimiento en nuestro interior es mucho más común, una corazonada. Hoy es un buen día para empezar a poner mucha atención a ese sexto sentido interno.

Una de las primeras y más comunes maneras de experimentar la guianza del Espíritu Santo es obedeciendo nuestra conciencia. La conciencia es ese sentido interior de cada persona la cual nos hace saber cuándo hacemos algo equivocado. Aun el incrédulo tiene conciencia, aunque no sea confiable. Sin embargo, si eres un creyente, tu conciencia se ha transformado como parte del nuevo nacimiento. Has nacido del Espíritu, “y las cosas viejas pasaron, todas son echas nuevas. (2 Corintios 5:17)” claramente, se está refiriendo a las cosas espirituales, no al cuerpo físico. Una de las cosas que es echa de nuevo, es nuestra conciencia.

Hablando de las ofrendas hechas por los sacerdotes del Antiguo Testamento, Hebreos nos dice, “se ofrecen tanto dones como sacrificios que no pueden hacer que el que realizo el servicio sea perfecto en cuanto a la conciencia (Hebreos 9:9 NVRV)” se sacrificaban animales año con año, pero aunque su arrepentimiento y obediencia cubrieran sus pecados, nunca tocaban el meollo del problema. Seguían teniendo una sensación de culpa. Pero después de Jesús, todo cambio, “¿Cuánto más la sangre de Cristo…, para limpiar nuestra conciencia de obras muertas para servir a un Dios vivo? (Hebreos 9:14 NTRV) el sacrificio de la sangre lavo ese sentimiento de culpa y dejo la conciencia limpia.

El Apóstol Pablo, en su defensa ante el Gobernador Félix, hizo una declaración que debemos de tomar nota:

“teniendo esperanza en Dios, la cual ellos también abrigan, de que ha de haber resurrección de los muertos, así de justos como de injustos. Y por eso procuro tener siempre una conciencia sin ofensa ante Dios y ante los hombres.

Hechos 24:15-16 NTRV

Habrá una resurrección de los muertos y habrá un día de juicio tanto para los justos como para los injustos. A la luz de eso, Pablo se esfuerzo, trabajo duro, para mantener una conciencia limpia. ¿Qué significa esto? Probablemente tengas una idea de lo que significa; pero seamos específicos.

La palabra Griega suneidesis se traduce como “conciencia”. Es una palabra compuesta que significa saber algo en comunión con otra persona. El término en el Nuevo Testamento se usa para dar significado a una conciencia interna de lo que Dios espera. Refleja un “conocimiento juntamente” con Dios. Dentro de un creyente imparte normas morales al espíritu de un ser humano nacido de nuevo. Tu conciencia te advierte de la actividad de tu espíritu humano. Unirse a Pablo para trabajar duro y mantener una conciencia libre de ofensas, es el primer paso para ser guiados por el Espíritu de Dios.

Entonces, ¿cómo hago para mantener una conciencia limpia/ soy nacido de nuevo, con un espíritu nuevo y una conciencia libre del sentido pecaminoso. ¿Cómo me mantengo así? Aquí están algunos consejos:

  • Ten cuidado con lo que te alimentas. Tu conciencia se transforma cuando aprendes de la palabra de Dios. escuchar constantemente enseñanzas que no son Bíblicas, escuchar constantemente legalismo y condenación, te mantendrá en esclavitud. Lo opuesto también es verdad, escuchar enseñanzas que indiquen que no es pecado violar la voluntad de Dios también daña tu conciencia. Pablo fue extremadamente duro con aquellos que sometían a los cristianos a la ley. También era muy duro con aquellos cristianos que usan la gracia de Dios como excusa para pecar. (1 Timoteo 1:5; Romanos 14:20-23; Gálatas 5:12-13; Romanos 6:1-23)
  • La conciencia humana también se puede quemar. Puedes desensibilizar tu conciencia, así como cuando se forman callos en las manos: cuando repites mucho una fricción. Ignorando constantemente un “ick” o “uh-oh” en tu interior, sabiendo lo correcto, pero haciendo lo incorrecto de todas maneras, eventualmente haces callo en el sentido de lo que el Espíritu te está diciendo. Obstaculizando el espíritu de tu conciencia interior. (1 Timoteo 4:2; Hebreos 3:13; 1 Juan 2:20-27; 2 Timoteo 3:7-8)

Aquí está el punto: tú sabes cuando tu conciencia te está molestando. Todos tenemos esos momentos cuando nuestro corazón nos está diciendo: “guarda silencio”, pero de todas maneras decimos cosas que ofenden. ¡O tal vez te comes esa dona cuando tu conciencia te está diciendo “NO”! y hay un pequeño remordimiento en tu interior cuando tú mismo te consuelas. Aprender a poner atención a ese sentido de hacer lo incorrecto empezará a ablandar tu conciencia. Ignorarlo hará más difícil escuchar esa voz en tiempo de necesidad. Y si lo ignoras por mucho tiempo, se ira.

Siguiente paso: esta semana, continua siendo sensible a tu espíritu humano nacido de nuevo:

  1. Cada mañana, repasa una de las referencias de las escrituras en esta lección, ¿cómo afecta este pasaje la forma en la que vive su vida?
  2. Ore en lenguas al menos por 10 minutos todos los días, (mas es mejor) 1 Corintios 14:13-14
  3. Antes de cualquier elección o decisión, tienes la habilidad de tomar un respiro profundo y poner atención a tu corazón. ¿Qué es lo que te mueve a hacer esa elección? ¿miedo? ¿presión? ¿orgullo? ¿Qué quieres que sea tu motivación?
  4. Mantenga un record, en su teléfono o en una hoja de papel, de cada vez que haga algo que lo haga sentir “mal” o incomodo, o simplemente culpa en su corazón.
  5. Al final de cada día, revise su lista del #4. Si lastimaste a alguien con tus palabras o tus acciones, has un plan para pedir perdón y reparar cualquier daño que hayas causado.
  6. A la primera oportunidad, repara el daño mencionado en el #5.

Desarrollar y preservar una conciencia sensible, es la piedra angular para volverse sensible a la dirección del espíritu en cualquier situación. También re-energiza tu vida de oración. Denuedo y gozo prevalece. La restauración de una nueva conciencia, restaura al creyente para poder tener confianza ante Dios y los hombres. El verdadero gozo fluye de una conciencia limpia. Las personas con corazones endurecidos, son infieles, no tienen paz, son irritables, no alaban, no pueden escuchar la voz de Dios.

Podemos decir con confianza y con una conciencia limpia que, en todos nuestros asuntos, hemos vivido en santidad y con una sinceridad dadas por Dios. Hemos dependido de la gracia de Dios y no de nuestra propia sabiduría humana. Esa es la forma en que nos hemos comportado ante el mundo, en especial con ustedes.

2 Corintios 1:12NTV

En nuestra siguiente lección continuaremos creciendo en nuestra habilidad y disponibilidad para ser obedientes al Espíritu de Dios en cualquier aspecto de nuestras vidas. Dios te quiere sanar, y yo también.

Pastor Virgil Stokes

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