Viernes, 9 de Septiembre, 2016
Edificando Personas de Sustancia para Obras de Poder
Animo, Amigos
He pasado una buena porción de mis primeros 30 años sintiéndome deprimido. La vida me ha entregado una mala mano. Mi padres eran de modestas finanzas. Yo fui un poco gordito (mi mejor amigo, me apodaba “bofo”), era corto de vista, era sumamente tímido, y socialmente inadaptado. ¿Cómo, una criatura tan despreciable pudiera llegar a tener éxito en la vida? En cada oportunidad, cualquiera persona tendría mejor oportunidad que la yo tendría. Ahora, seamos realistas: todos los negativos, arriba mencionados fueron totalmente reales. Pero, sin embargo, hubo otros verdades, muy importantes, y era que mis padres me amaban, y me ayudaron en cada paso. Siempre fui sano físicamente. Tenía el don de poder recordar con mucha facilidad, y realizar operaciones matemáticas en mi mente. Por tanto, el colegio fue un paseo. Tuve el privilegio de laborar en la taberna de mi abuela, donde aprendí a hablarle a la gente. Aunque tuve mucho que agradecer, estaba cubierto de auto-lástima. Para mí, la auto-lástima es la luz de advertencia más peligrosa en mi panel de control, y requiere de mi atención inmediata.
Seamos honestos, la vida no es justa. Se te entrega la mano que recibes, y las cosas malas suceden. Esto es verdad, para todas las personas. La clave, es mi respuesta. La auto-lástima, es el fundamento para la mayoría de las depresiones. Me inmoviliza. Cuando comienzo a quejarme de mi situación o de lo injusto que ha sido mi vida, estoy andando por territorio peligroso. Cuando comienzo a culpar mi suerte o destino, o los padres, o la sociedad, aún a Dios, me convierto en una persona discapacitada.
El cenagoso pantano de la auto-lástima:
· Me impide inquirir sobre soluciones que Dios ya ha provisto. 1 Corintios 10:13
· Siempre es egoísta. No hay forma de sentir lástima por mí mismo, sin enfocarme en mi. Gálatas 2:20
· Emites quejas que disgusta a Dios. Filipenses 2:14-16/Salmos 106:24-25
· Mi impide aceptar mi responsabilidad sobre mis propias acciones, y sus resultados. Por tanto, me descalifica para recibir liberación. Lucas 9:23/1 Juan 1:9
El antídoto del veneno de la auto-lástima:
· Leer 1 Tesalonicenses 5:18. El agradecimiento revierte la auto-lástima. Cuando atacan los síntomas, tienes necesidad de una transfusión del suero “agradecimiento.” Efesios 5:18-21/Filipenses 4:6-7
· Has una lista de todo aquello por lo cual debieras estar agradecido. Se específico. Agradece a Dios en alta voz, para cada una de las cosas que están en esa lista. Luego repítelo, hasta que el sentimiento sea real.
· La auto-lástima, te impide amara a otras personas. La mejor manera de alejarse del “yo,” es hacer algo para otros, de manera desinteresada. ¿Qué puedes hacer hoy, para bendecir a otra persona? Juan 13:1-17. Jesús, nos da un ejemplo glorioso para la cura de la auto-lástima.
Alguien dijo: la auto-lástima, es nuestro peor enemigo, y si nos rendimos a él, nunca vamos a poder hacer algo con sabiduría en este mundo. Helen Keller
Lectura Bíblica: “Hasta ahora, ninguna prueba les ha sobrevenido que no pueda considerarse humanamente soportable. Dios es fiel y no permitirá que ustedes sean puestos a prueba más allá de sus propias fuerzas; al contrario, junto con la prueba les proporcionará también la manera de superarla con éxito.” (1 Corintios 10:13 BLPH)
1 Corintios 10:13, nos dice que no hay pruebas en la vida que sean únicas. Nunca estamos solos. Alguien ha estado allí antes de ti. Cuando el pensamiento:”pobre de mi,” comienza a manifestarse, y comienzas a sentirte que eres injustamente maltratado, estas siendo prisionero de la auto-lástima. Estas expresando duda de la justicia de Dios, y quejándote que Él no está siendo justo contigo. La verdad es que Él es fiel, y justo, y no hay forma de escapar de Él. La gratitud te capacita para poder encontrarlo. Funciona. Hagámoslo!
Pastor Virgil Stokes
Faith Christian Fellowship of Tucson
520-792-FCFT