Construyendo personas de sustancia para obras de poder
Muchos años atrás, conocí a un amigo que tenía un don extremadamente bueno para ser líder de adoración, queriendo decir que Él podía hacer que un cuarto lleno de personas entraran en la presencia de Dios y mantenerlos allí, simplemente lo hacía, también era extremadamente simpático, estos atributos combinados, lo estaban llevando a la destrucción, en la Iglesia y fuera de la Iglesia fue puesto como una eminencia, después tuvo que ser removido de la alabanza por fallas morales, estaba batallando con adicción a la nicotina, ciertamente algo que no queremos en un líder. Pero el mayor problema era su inhabilidad para poder estar casado con la misma mujer por periodos largos. No importa, su talento y personalidad lo llevaron repetidamente a la plataforma sin tener que lidiar realmente con los problemas que causaron su anterior choque de emociones. Uno de los actos de equilibrio para cualquier Pastor, es la tensión entre usar los dones de las personas en la congregación, y pastorear a los seres humanos en quien residen los dones. Enfrentémoslos, todos necesitamos ayuda, y es difícil encontrar ayuda con talentos. La triste verdad es que todos somos imperfectos. Entonces, ¿en qué punto el equipaje de una persona supera los beneficios de su don, al menos por el momento? Tres consideraciones vienen inmediatamente a mi mente:
1. El bienestar del individuo. En algunas instancias, es difícil, incluso imposible, seguir sirviendo y al mismo tiempo lidiar adecuadamente con la situación. Para algunos, el que se les permita seguir sirviendo significa que el problema no es realmente importante. En adicciones, por ejemplo, el adicto necesita tiempo para atender citas, recibir consejería, y reparar relaciones dañadas. En cualquier caso la salud espiritual de la persona importa más que cualquier necesidad que la Iglesia pudiera tener ¡(o el Pastor)!
2. El bienestar de la familia. Algunos comportamientos pecaminosos impactan tanto a la familia, de manera que solo pueden arreglarse dejando de servir en el ministerio. En el caso de los padres, es vital que sus hijos no se queden con la impresión de lo que Papi o Mami están haciendo “está bien “con Dios. En otros ejemplos, es posible que es tiempo para un sabático y poder así recuperar y poner en orden un matrimonio. A veces, “ ¡Uups! No lo vuelvo a hacer”, no es suficiente.
3. El bienestar de la Iglesia. Otra vez, la perfección no es el estándar, queremos progreso, no perfección. Sin embargo, algunas cosas no pueden ser pasadas por alto debido a la necesidad. La pregunta aquí es “¿Cómo afecta el problema de esta persona, a aquellos a quienes ministra y como los ministra?” para aquellos con roles “públicos”, ¿hasta qué punto considero el ejemplo que dan? Esto es particularmente muy importante para niños y jóvenes que sirven, y para cualquier persona que sirva regularmente en un grupo ministerial, tiene que haber consistencia en la aplicación de los estándares. Excepciones especiales nada más porque hay talento, causare graves problemas a largo tiempo. Esto ciertamente no es una discusión exhaustiva del tema, pero se entiende la idea: ser un jefe y ser un Pastor a menudo tienen propósitos cruzados.
Alguien dijo: “es mucho peor no entrenar a la gente y quedarte con ellos, que entrenar gente y después se te vayan”. Zig Ziglar
Escrituras Bíblicas: hermanos, si alguien es sorprendido en pecado, ustedes que son espirituales deben restaurarlo con actitud humilde. Pero cuídese cada uno porque también pueden ser tentados. Ayúdense unos a otros a llevar sus cargas, y así cumplirán la ley de Cristo. (Gálatas 6:1-2 NTV)
Así que, aquí está el consejo, cada don viene con equipaje. Toma el tiempo de evaluar el peso de cada uno y determinar el mejor curso. Las personas con dones también necesitan de Pastores. (Esto te incluye a ti también)
Pastor Virgil Stokes
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