Rellenando el hueco.
no he dejado de agradecer a Dios por ti, constantemente oro por ti, le pido a Dios, el glorioso Padre de nuestro Señor Jesucristo, que te de sabiduría espiritual y visión para que crezcas en el conocimiento de Dios.
Efesios 1:16-17 NTV
“Dios te quiere sano, Dios te quiere prospero, Dios te quiere una persona completa.”
Oral Roberts
Un viejo amigo mío se fue con el Señor hace casi ya dos años, era un poco tímido a su septuagésimo cumpleaños, fue un buen hombre, y un Padre y esposo amoroso. Sirvió como Pastor por casi 40 años, además, creía en la sanidad divina y era un hombre de Fe. Solo unos días antes de que dejara este mundo, grabo un breve video para su congragación, fue muy conmovedor. En ese video dijo muy enfáticamente, “¡Dios no hizo esto!” era muy importante para El dejar claro que nadie culpara a Dios por su enfermedad o su muerte. Él sabía que era la perfecta voluntad de Dios que El fuese sano.
Esto me recordó una vez más que creo que hay un “hueco” en nuestra doctrina. De hecho, es exactamente lo que el Espíritu de Dios me dijo: “hay un hueco en tu doctrina acerca de la sanidad” sabía a qué se refería. Estuve meditando en varios casos en los que las personas que conocía eran unos creyentes maravillosos, basados en la palabra de Fe, y toda su intención y propósito era caminar en esa Fe. Sucumbieron a la enfermedad y partieron temprano al cielo. Cuando esas cosas pasan, a menudo barremos preguntas honestas debajo del tapete. Aplicamos la negación, le llamamos Fe y seguimos adelante. Desafortunadamente, hemos dejado muchas personas dañadas a nuestro paso mientras huimos de su dolor.
Cuando las cosas no funcionan de la manera que nuestra “Fe” nos dicta, nos ponemos religiosos. A menudo, lo mejor que podemos hacer es aplicar el dicho cristiano que dice, “ya está feliz en el cielo” y algunos atribuyen estos motivos para pensar que” Dios se lo llevo” o a lo mejor, “ bueno, ahora ya es sano ¿no?” para aquellos de nosotros que creemos que es la voluntad de Dios sanar a todos, nos quedan un par de opciones realmente legalistas: “su Fe no era lo suficientemente fuerte” o tal vez “no escucho suficientes estudios o no hizo suficientes confesiones positivas.” Incluso podemos elegir culparnos a nosotros mismos o a la Iglesia, “si tan solo hubiésemos intercedido más por El” por supuesto algunos se ponen en una posición de fariseos: “debe de haber hecho algo muy malo en su vida.”
¡Disparates! Dios no escoge al azar a quien sanar o quien se muera, y no nos deja con el trabajo de discernir o razonar y aceptar de mala gana su capricho. Y ciertamente El no mata personas porque tienen un pecado oculto en sus vidas. Si lo hiciera, las morgues estarían apiladas hasta el techo. Y, para todos nosotros, fanáticos de la Fe, El no estableció ninguna fórmula mágica por la cual podamos ser sanados repitiendo versículos Bíblicos o escuchando muchas predicaciones.
Creo que la voluntad de Dios para sanar es inquebrantable. Yo mismo he sido sanado de muchas cosas que ya perdí la cuenta, e orado por personas que han sido diagnosticadas y han sanado. Lo más importante, lo veo en la Biblia. Los momentos más difíciles para mí son tratar de consolar a aquellos que han perdido a un ser querido, o fortalecer a aquellos que han sido diagnosticados con una enfermedad mortal y están lidiando con muchas emociones encontradas: culpa, enojo, desesperación, miedo, etc. ¿Cómo podría Dios permitir esto? ¿Que hice mal? ¿Qué más podría haber hecho? ¿Es Dios realmente quien creo que es? Si dejo que la Abuela muriera, ¿puedo creerle en mi batalla? Entiendes.
Los deseos de mi corazón es tener sustantivo, respuestas de compasión para aquellos que están pasando por una terrible perdida, y por aquellos que están decepcionados porque no sanan. También es mi deseo ayudar a aportar más que formulas memorizadas que ayudaran a las personas a recibir la sanidad que Dios quiere para ellos. Deseo que seas sano. Un buen comienzo, aquí hay algunas cosas que es sin lugar a dudas, que puedes confiar:
- Dios no lo hizo. Juan 10:10
- Vivimos en un mundo de pecado desde Adán. Romanos 5:12
- No lo sabemos todo. 1 Corintios 13:12
- Dios nos dará más sabiduría si se la pedimos Efesios. 1:16-18
- Vivimos de la palabra que sabemos y dejamos el resto a Dios. Deuteronomio 29:29
“Hay algunas cosas que tan solo no sabemos”, puede parecer un consuelo muy frio cuando se está pasando por en medio de un dolor o una enfermedad grave. En esos casos, lo mejor que podemos hacer es orar, estar disponibles, y evitar darles nuestra interpretación teológica de su tragedia. Guarda tu predica, da tu compasión. Pon atención en lo que dicen y localiza en qué lugar se encuentran, entonces habla sobre la necesidad, si sabes cómo hacerlo. si están dispuestos a escuchar, haz una oración que no sea una recitación si no una inspiración. Levántalos en tu Fe hasta que la de ellos se fortalezca. Creo que Dios quiere que mejoremos para encontrar una respuesta sabia para dar a aquellos que estén en necesidad. Dejemos que Dios llene los huecos en nuestra doctrina.
Siguiente paso: durante la próxima semana, ora por ti mismo cada día. Pídele a Dios que te de sabiduría para comprender y entender cuál es su voluntad y su plan para sanar. Puedes usar la oración de Pablo para la Iglesia en Colosas como modelo:
Querido Padre celestial, te pido que me des completo conocimiento de tu voluntad y me des sabiduría y comprensión espiritual. Permite que la manera en que vivo sea siempre para complacerte y darte honor, permite que mi vida produzca toda clase de buen fruto. En todo momento, creceré a medida que aprendo a conocer a Dios cada vez mejor. También oro para que su glorioso poder me de fortaleza para resistir y me dé la paciencia que necesito. Seré lleno de su gozo, siempre agradeceré al Padre, que me ha permitido compartir la herencia que le pertenece a su pueblo, que vive en la luz. (Adaptado de Colosenses 1:9-12 NTV)
Pastor Virgil Stokes