Ayuda para sanar 16: las palabras son importantes.
Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será echo lo que dice, lo que diga le será echo.
Marcos 11:23 NVRV
Porque todos ofendemos en muchas cosas, si alguno no ofende en palabra, este es varón perfecto, que también puede frenarse y gobernar su cuerpo…pero ningún hombre puede domar su lengua, que es un mal que no puede ser refrenado; llena de veneno mortal.
Santiago 3:2,8 NVRJ
Créelo con tu corazón; confiésalo con tu boca. Ese es el principio de la Fe. Puedes obtener lo que confieses.
Kenneth E. Hagin
“Puedes tener lo que confieses.” Si has estado por mucho tiempo alrededor de personas que están llenos de la palabra de Fe y sanidad, seguramente has escuchado esta frase, en el contexto de Kenneth Hagin, maestro destacado en el tema, tiene sentido espiritual. Palabras habladas en Fe tienen poder. Para algunos, el “poder de las palabras” se ha convertido en un dicho religioso. De hecho, algunas personas tienen tanto miedo de “confesar” incorrectamente que no le dicen a su médico sus síntomas. Hemos tenido (y seguimos teniendo) cristianos corrigiendo a otros cristianos por sus “malas confesiones.” Para algunos, la confesión de alguna palabra negativa, trae condenación y temor. Se les ha hecho creer que han negado por completo cualquier oración que han hecho. En un momento de frustración o temor confesaron algo que indicaba duda, y ahora todo está perdido, fracasaron en la Fe. Eso no es verdad, Dios no miente ni se arrepiente, y sus promesas siguen siendo verdaderas a pesar de nuestras debilidades.
Una vez tuve un compañero de trabajo, que tenía síntomas de gripa, siendo un tipo con una Fe muy definida, se encerró en su oficina y comenzó a confesar una y otra vez, que había sido sanado. Esto siguió por varias horas. Cuando salió de su oficina para usar el baño, le pregunte ¿Cómo te está yendo?, me dijo, que él había escuchado a un famoso evangelista decir que él había confesado 500 veces por su sanidad, y a las 500 veces el sano. Entonces mi amigo estaba contando sus confesiones, esperando que el numero 500 fuera mágico para el también. Eso es una forma distorsionada de obras religiosas, ganarte tu sanidad repitiendo una mantra. Las obras nunca funcionan. Solo generan condenación cuando percibes el fracaso.
Una de las consecuencias basadas en obras y no en el conocimiento de Fe, es la condenación. Algunas personas, cuando experimentan alguna enfermedad, se sienten como si hubieran fallado en algo, de alguna manera sienten como si fueran inferiores a esos “gigantes de la Fe” alrededor de ellos. Eso no es verdad. Nunca te sientas culpable o avergonzado por estar enfermo. Vivimos en un mundo caído, no somos perfectos, Dios te ama de todas maneras, y la enfermedad no es un pecado. Similarmente, si alguien a quien conoces está enfermo, tu trabajo es orar por él, intercede por su parte hasta que sane. Ora Efesios 1:15-20, y Dios abrirá los corazones para que vean lo que a echo por ellos. Si están listos para recibir, con gentileza ensénales los puntos a continuación. Tú no eres un policía de confesiones.
La Biblia dice claramente lo importante que es lo que declaramos. No dice que lo que declaramos obliga a que Dios se mueva. Solo lo opuesto. Cuando creo que Dios contesto mi oración, ¡lo digo! No lo obligo, sé que lo a echo, es así de simple. Aquí están algunas verdades respecto a confesiones que nos ayudaran a ser libres, entonces serás sano:
- Fe habla lo que crees. Pablo llego al extremo de decir que la salvación viene de creer en el corazón y confesar con la boca que Jesús es el Señor. (Romanos 10:9-10) la esencia de la Fe es confesar lo que creo. (2 Corintios 4:13)
- Jesús es llamado por nosotros sumo sacerdote. Se nos insta a aferrarnos a nuestra confesión de Jesús es el Señor. Así también confesamos que Jesús es el sanador. (Hebreos 4:14)
- La confesión no fue diseñada para obligar a Dios a que haga algo. Es simplemente reconociendo lo que creemos que El ya hizo. (Mateo 6:7; Marcos 11:22-24)
- Dios honra su palabra, no la tuya. Dios no está obligado a hacer algo que el no prometió, simplemente porque se lo pidas una y otra vez. La palabra de Dios es poderosa. La voluntad del hombre no la es. Fe viene por el conocimiento de la palabra de Dios. (1 Juan 5:14-15)
- Tú no puedes controlar tu lengua, Santiago dijo que ningún hombre puede domesticarla. Eso significa que eventualmente la pura fuerza de voluntad fallara. La pregunta es: ¿”que fluye de la fuente que está dentro de mí?” (Santiago 3:2-12)
- La Fe proviene del corazón. (Marcos 11:23) cuida lo que hay en tu corazón, llénalo de fe y amor, es lo más importante que debes de hacer para ayudar en tu sanidad. Tu corazón le informa a tu lengua. Jesús dijo, “de la abundancia del corazón la boca habla (Mateo12:34).”lo que sea que hay en tu corazón en abundancia es lo que va a salir en un momento de dificultad. ¡guarda tu corazón!!! (Proverbios 16:23-24)
La Biblia es radical, sobre el poder de nuestras palabras. Lo que confesamos causa un impacto en nosotros en muchas maneras, conocer la importancia de las palabras puede ser una gran motivación para hacer lo necesario para poner en orden tu corazón, y para poner tu lengua bajo el poder del espíritu, y dar rienda suelta a tu Fe. (Proverbios 18:20; 15:30; 16:23-24; 21:23; Isaías 50:4)
Propósitos de confesar lo que dice la palabra de Dios:
- Para construir Fe en tu corazón. Cuando sabes que tu fe no está donde necesita estar, una manera de fortalecer tu fe es simplemente hablando las promesas de Dios a ti mismo. De hecho, esta es una manera de meditación. (Romanos 10:17; Josué 1:8)
- Para resistir a satanás. La palabra hablada es la espada del Espíritu Santo. Jesús nos da el ejemplo con la tentación en el desierto. Tu puedes usar el mismo método cuando temor y duda te asalten: “!escrito esta… ¡” (Santiago 4:7; Efesios 6:17; Mateo 4:4,7,10)
- Para controlar tus pensamientos. Muchas de las batallas que peleamos están en nuestra mente, ese dialogo interno que está allí constantemente. Tener control de lo que piensas es de gran beneficio en la vida de Fe. Discute con tus propios pensamientos hablándoles cuando estos se desvían (2 Corintios 10:3-5; Filipenses 4:8)
- Para proteger tu corazón. De acuerdo a Salomón, todos los problemas en la vida provienen del corazón. Mantener tu corazón libre de todos los escombros del mundo, es un trabajo de tiempo completo. Tú puedes proteger tu corazón controlando lo que escuchas. ¡habla la palabra de Dios y escúchate a ti mismo! Este pasaje es poderoso: Proverbios 4:20-27. Léelo en diferentes traducciones. Deja que Dios te lo revele.
- Para desatar el poder de tu Fe. Cuando la Fe fluye en tu corazón y haces la oración de Fe, creyendo que tienes lo que pediste, entonces puedes decir con denuedo, “es mío, lo recibo ahora. Soy sano por las llagas de Jesús.” (Mateo 21:21-22; Mateo 8:17; 1 Pedro 2:24)
Aquí está el punto: palabras habladas de un corazón de Fe, juegan un papel muy significativo para recibir de Dios las promesas de sanidad. Es muy importante poner atención en lo que sale de nuestra boca, porque eso refleja lo que hay en nuestro corazón, la Fe habita en el corazón, con tan solo repitiendo las cosas una y otra vez, eso no hará que sanes. Fe dice que si creyeres será echo. Si te equivocas, si te frustras o te enojas, y dices algo de lo que te arrepientas, Dios sigue amándote. Solo di “!oops!” corrígete, y habla lo que crees.
No lo olvides, Fe y negación suenan exactamente lo mismo. No pretendas que crees solo para impresionar a tus amigos. ¡Si necesitas ayuda, pídela! Estamos en esto juntos. Santiago 5:14-15 es para esos momentos. Pide ayuda a los ancianos de la Iglesia. Por la misma razón, pretender que no tienes síntomas, no hacen que estos se vaya. Si tienes dolor, u otras señales que te angustian de algún problema, con decir que no existen, no es buena idea. Pedir ayuda médica no te hace incrédulo. (Trataremos esto más profundo en una de nuestras siguientes lecciones).
Siguiente paso: este es un tema particularmente importante. Dale el tiempo y la atención que se merecen, y vas a cosechar grandes beneficios a largo plazo. Tú no puedes controlar tu lengua con pura fuerza de voluntad, pero si puedes tomar pasos para que tu Fe crezca y ordene tu corazón. Así tu lengua obedecerá rápidamente. Hay bastantes escrituras en esta lección, tomate el tiempo de leer cada una de ellas y aprópiate de ellas hasta que sientas que el concepto te pertenece. Cuando la escritura se hace verdad y se revela en tu corazón, sientes paz y gozo. Si estas batallando con enfermedad, toma un pasaje cada día y empieza a leerlo en voz alta para ti mismo.
A medida que construyes la Fe en tu corazón, no trates de hacerlo solo. Busca a tus amigos que estén de acuerdo contigo y te motiven. Si necesitas apoyo para orar, comunícate a este correo electrónico, o llama a la oficina y te pondremos en nuestra lista de oración. Dios te quiere sano y nosotros también.
Pastor Virgil Stokes